domingo, 1 de noviembre de 2015

Parametros Fisicos-Quimicos: Salinidad

La salinidad es una propiedad importante de aguas usadas industriales y de cuerpos de agua naturales. Originalmente este parámetro se concibió como una medida de la cantidad total de sales disueltas en un volumen determinado de agua. Se puede determinar la salinidad de un cuerpo de agua a base de determinaciones de: conductividad, densidad, índice de refracción ó velocidad del sonido en agua. 

La Tabla 1 nos presenta la abundancia relativa de los iones más comunes en cuerpos de agua dulce y en aguas oceánicas. Los iones y los elementos presentes en cuerpos de agua naturales se originan de procesos de mineralización y desgaste de las rocas que forman la corteza terrestre y de emanaciones del manto terrestre, a través de la actividad volcánica. El agua de mar está compuesta en promedio de un 96.52% de agua y un 3.49% de substancias disueltas (mayormente sales). La abundancia relativa de los iones es constante en aguas oceánicas bien mezcladas. No obstante, hay variaciones en el contenido total de sales entre aguas océanicas de latitudes altas y bajas. Al mismo tiempo, hay diferencias en la salinidad a lo largo del perfil de profundidad. El contenido de los iones de Cl- , SO4 =, Ca++, Mg++, Na+, y K+ representa más del 99% del total de sales en el océano. El ión de sodio es el catión más abundante en agua de mar (aproximadamente 30.4%), mientras que el ión cloruro es el anión principal 
Las sales presentes en agua de mar pueden ser agrupadas en dos categorías: elementos conservativos y elementos no-conservativos. En el primer grupo se incluyen todas aquellas sales que presentan una concentración relativamente constante en cualquier ambiente. Los elementos no-conservativos presentan variaciones en su concentración relativa de tipo temporal y espacial. Dichas variaciones responden mayormente a la incorporación selectiva de dichos elementos por parte de los componentes bióticos del ecosistema. Nitrógeno (en forma de nitratos), fosfóro (en forma de fosfatos) y el silicio, resultan ser los elementos no-conservativos más importantes del ambiente marino. Nitrógeno y fósforo resultan ser nutrientes esenciales para todo organismo y factores limitantes de la productividad primaria en el ambiente marino, dada sus bajas concentraciones. La concentración de fósforo y nitrógeno en áreas costeras que reciben el impacto de actividades antropogénicas (ej. descargas de aguas usadas provenientes de industrias plantas de tratamiento de desperdicios domésticos y municipales) puede ser relativamente altos, dando margen a la contaminación y una alta tasa de productividad primaria en dichas áreas. Por otro lado, el silicio es un nutriente esencial para los fototrofos con paredes formadas por silicatos (ej. diatomeas) y para heterotrofos con cubiertas o esqueletos externos formadas por silicatos (radiolarios, silicoflagelados, esponjas silíceas). Este nutriente es, a su vez, un factor limitante para la actividad fotosintética de diatomeas, dada su baja solubilidad en agua.
La mayoría de los otras substancias químicas que son esenciales para los organismos vivos (ej. Mg, Fe, Cu, I, Fl, B, Zn, Mn Co, Ni, Mo) no son consideradas como factores limitantes en el ambiente marino, aún cuando están presentes en cantidades trazas. Una excepción a esta norma lo constituye el vanadio. El caso del vanadio resulta interesante por cuanto las formas ionizadas de este metal son tóxicas para muchas formas de vida incluyendo los microorganismos. La abundancia de organismos como los tunicados y algunos holoturianos, los cuales concentran vanadio en sus fluidos, puede verse limitada por la escasez de dicho elemento en el ambiente marino (McConnaughey, 1978). Los cuerpos de agua se pueden tipificar de acuerdo con su contenido total de sales (Tabla 3). Los rangos establecidos para identificar las diferentes categorías no son absolutos. Estos representan límites arbitrarios que nos ayudan a distinguir un ambiente de otro.

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